28 de octubre de 2015

Comentario del disco A Momentary Lapse of Reason de Pink Floyd

El título de este blog es una adaptación del título del disco "Un lapso momentáneo de razón" de Pink Floyd, así que es de justicia hablar sobre este denostado disco de uno de los mejores grupos de la historia del rock.

Cuando "A Momentary Lapse Of Reason" fue publicado en UK y EUROPA por EMI el 7 de septiembre de 1987 (Columbia en otros países), Pink Floyd lo conformaban David Gilmour (guitarras, voz, teclados y secuenciadores) y Nick Mason (baterías eléctricas y acústicas, además de efectos de sonido). Richard Wright aparecía como un mero colaborador (junto a alrededor de una quincena de músicos). Su pecado era no poseer derechos legales sobre el nombre del grupo ya que había sido despedido por Roger Waters durante el proceso de grabación del disco "The Wall" en 1979 (aunque acabaría tocando en directo con ellos como músico asalariado), y posteriormente nisiquiera participaría en la grabación del disco "The Final Cut".

Entre los colaboradores también se encontraba Bob Ezrin, quien además de participar tocando teclados y percusiones, amén de hacer uso de los secuenciadores, también intervino en la composición (en el tema de apertura, "Signs Of Life") y, principalmente, co-produciría el disco junto a David Gilmour.

A pesar del varapalo de la crítica, el disco alcanzaría el tercer puesto en los EE.UU. y  en el Reino Unido, siendo sólo superado por los discos "Bad" de Michael Jackson y "1987" de Whitesnake. No sólo los críticos no estaban contentos, tampoco los fans quedaron muy satisfechos, nisiquiera hoy en día, como se puede comprobar al leer reseñas por Internet. Es uno de los discos menos valorados, por no decir su disco menos valorado. Ni tan siquiera los propios músicos parecían muy satisfechos según se extrae de sus declaraciones pasado el periodo de promoción del disco.

Así como "The Final Cut" se podría considerar un disco en solitario de Roger Waters que había salido bajo el nombre de Pink Floyd, "A Momentary Lapse Of Reason" tendría que haberse publicado como el tercer disco en solitario de David Gilmour, de hecho éste en el año 1985 había comenzado a buscar músicos para trabajar en ello cuando, inesperadamente, Waters escribiría a EMI y a Columbia anunciándoles que abandonaba el grupo, solicitándoles que le liberasen de sus obligaciones contractuales; y no sólo eso, sino que a fin de ese año emitiría una nota a la prensa en que anunciaría que el grupo estaba separado ya que estaban "agotados creativamente". El resto de miembros no sólo no fueron consultados, sino que además, ellos no querían tirar la toalla; de hecho esta actitud de Roger fue más un acicate para demostrar al mundo que seguían siendo perfectamente válidos. ¿El resultado? Gilmour decidiría que el nuevo disco saldría bajo el nombre de Pink Floyd, lo cual llevó a un largo contencioso legal para determinar quién debía tener los derechos sobre el nombre. Esta disputa no terminaría hasta noviembre de 1987, cuando el disco ya llevaba un par de meses en el mercado.

El 23 de diciembre ambas partes -Gilmour y Mason por un lado, y Waters por el otro- llegarían a un acuerdo: Roger les cedería el uso a perpetuidad del nombre del grupo mientras que él se quedó con los derechos exclusivos sobre algunas ideas escénicas y de mercadotecnia tradicionales (por ejemplo, el famoso cerdo  volador), así como casi  todo  el concepto de "The  Wall" (todas las  canciones a excepción de las tres en que participó más activamente Gilmour: "Young Lust", "Run Like Hell" y "Comfortably  Numb") y todo lo relacionado con "The Final Cut".

Ilustración completa de la portada del disco A Momentary Lapse of Reason
Ilustración completa de la portada del disco A Momentary Lapse of Reason
Ni Mason ni Wright participarían plenamente en el disco. De hecho fue el propio Mason quien decidió limitarse a crear efectos de sonido y a alguna aportación puntual ya que consideraba que estaba demasiado desentrenado para tocar. En cuanto a Wright, sólo tocó algunos refuerzos de órgano Hammond y piano Fender junto a alguna armonía vocal, todo ello a modo de asalariado (11.000$ a la semana) y eso gracias a que su segunda mujer, Franka (con la cual se había casado en el año 1984), le había implorado a Gilmour que dejara participar a su marido. A David le venía de perlas contar con él ya que eso les daba más fuerza legalmente hablando.

Las labores de composición recayeron en Gilmour, quien tuvo que buscar colaboraciones en varios letristas y compositores para sacar adelante este trabajo que, a diferencia de anteriores obras, no se basa en una idea central, sino en una colección de canciones de rock adulto más simple, alejándose de progresismos sinfónicos.

El disco lo podríamos dividir en tres grandes bloques de tres temas cada uno: un bloque lo conformarían las canciones poperas, por otro las ambientales y después estarían el resto. Dentro del primer grupo tenemos: "Learning To Fly", "One Slip" y "On The Turning Away". En el segundo: "Signs Of Life", "A New Machine" y "Terminal Frost". Por último tenemos "The Dogs Of War", "Yet Another Movie / Round And Around" y "Sorrow".

"Signs of Life"  ('signos de vida')  es como una  declaración de principios: en Pink Floyd hay vida sin Roger Waters, de hecho se barajó como posible título del disco.  Se trata  de un  buen tema  inicial instrumental  (incluyendo una  parte hablada por Nick  Mason) que nos  mete de lleno  en el sonido  del agua (alguien remando  por el  Támesis, donde  se grabó  parte del  disco en  el Astoria,  una barcaza que  David Gilmour  poseía a  orillas del  río). Es  patente el  diálogo creciente entre  los teclados  y la  guitarra.

"Learning  To Fly" es una canción pegadiza, de hecho fue el primer sencillo del disco. Está inspirada en las lecciones de vuelo de Gilmour, lo cual se intuiría en el clip promocional. David canta con su voz grave y se acompaña -cómo  no- de coros femeninos al  tiempo que  la  guitarra   nos  envuelve adictivamente. El estribillo se te queda clavado en la cabeza desde la primera escucha. El bajista de King Crimson, Tony Levin, es el sustituto aquí  del huido Waters. En cuanto a los teclados, estos son obra de John Carlin.

Y sin solución de continuidad enlazamos  con "The Dogs of War", que  es un tema construido sobre una base instrumental muy inquietante (sintetizadores  que a veces dieran la sensación de ser violines siendo rascados incesantemente) que  desemboca en un festín exquisito de saxo.  Los coros femeninos engrandecen la canción.  La batería es tocada por Carmine Appice. La letra hace referencia a  políticos y  diplomáticos en  una temática  que se  podría haber  encuadrado en  el disco "Animals", en un intento de hacer una letra con el modo de pensar de Waters, lo cual no parece que sea la mejor forma de hacer las cosas.

"One Slip" es una de las canciones más poperas del disco (quizá se deba a que está co-escrita por Phil Manzanera, el guitarrista de  Roxy Music); fue lanzada como  segundo sencillo. En su letra  se incluye la frase  que da título al  disco. El comienzo del tema con esos pitidos de ordenador  y un timbre repentino nos hace echar  la vista atrás de nuevo, esta vez a  la fabulosa canción "Time" de la obra  maestra "The Dark Side of the Moon". Jim  Keltner se hace cargo de tocar la batería.

"On The  Turning Away"  (algo  así como  'en  el rechazo',  ¿quizá  aludiendo a  Waters?)  es una preciosa balada que comienza de forma acústica y va in crescendo para lucimiento musical y vocalmente de David  Gilmour. En la batería repite Jim Keltner. También  se publicaría  en formato  sencillo y  es una de las canciones más positivamente citadas de este disco por los fans. Curiosamente, en algún momento a mitad de canción,  instrumentalmente a mí siempre me viene  a la cabeza la balada  "Generación perdida" de  Asfalto, ¿tienen alguna  relación? Lo dudo (y más teniendo en cuenta que la de los españoles fue publicada en el año 1981),  pero  mi  mente  funciona   así,  tiene  estos  "lapsus  momentáneos   de (sin)razón" ;-)

"Yet Another Movie" extiende el uso de los sintetizadores y Gilmour hace una labor encomiable con su guitarra  en toda la canción (y en el  disco en general). Este tema se fusiona con  la instrumental "Round and Around", la  cual supone  un  comienzo  de  canciones  que  son  principalmente  para  crear   una ambientación especial, canciones de relleno dirían otros; algo perfectamente justificado en "A New Machine  part. 1", donde Gilmour echa mano de efectos de voz para lograr un sentimiento frío -como de máquina realmente- al formular sus dolorosas preguntas sin respuesta ('¿Acaso te cansas alguna vez de estar aquí?')

"Terminal Frost" es otro  tema instrumental que  no ha recibido  el debido reconocimiento, nisiquiera por los fans, pero se trata de un tema muy bonito en el que destaca el sonido del saxo. Suena realmente  comercial y podría haberlo englobado dentro de las canciones pop; me pregunto cómo hubiera  resultado de haber contado con letra :-?

"A New Machine part. 2" cierra el  bloque de canciones 'atmosféricas', un tema totalmente prescindible. 

"Sorrow" es una  canción muy intensa  con una guitarra desgarradora, casi  de Heavy Metal  podríamos decir. Al  bajo está nuevamente Tony Levin y a los teclados extras John Carin. Es sin duda de lo mejor del disco, dejándonos con un gratísimo sabor de boca.

Resumiendo: Un disco agradable de escuhar, sobre todo, en su primera parte, sin la complejidad de antaño, en el que quizá sobre tanto uso de los sintetizadores, y donde "Sorrow" se impone como mejor canción y "A New Machine" como la peor.

¿Y a ustedes qué les parece este disco? ¿Debió ser publicado como un disco de David Gilmour en solitario? ¿Qué canción consideran la mejor y cuál la peor?

NOTA: Este post fue originalmente publicado el 24/2/2012 en mi anterior blog http://edcharrua.blogspot.com (que fue cerrado unilateralmente por Google). Se trata de un refrito de comentarios en diferentes sitios incluyendo aportes propios.

1 comentario:

Siempre es agradable comprobar que alguien te ha leído... por favor déjame un comentario...